La palabra gestión es muy socorrida en el mundo de las habilidades. Todo queda muy bien poniéndole la palabra gestión delante. En el caso de los conflictos, ¿qué es gestionarlos?

Es un ejercicio complicado gestionar un conflicto cuando eres una de las partes. Sobre todo, porque tras la palabra gestionar lo que se esconde detrás es ganar al otro, conseguir lo que quiero o imponer mi opinión.

El ejercicio verdaderamente difícil es separarte de la carga emocional y buscar entender el conflicto. Conocer cuál es mi posición e interés y también conocer los del otro. Pero no con la intención de competir, sino de buscar un poco más allá: ¿por qué tiene esa posición? ¿para qué quiere esos intereses? Buscar comprender las necesidades del otro, para entender qué le mueve y por qué hace lo que hace.

Es así como surge la empatía, herramienta fundamental al afrontar conflictos. Al entender las necesidades del otro, puedo buscar como satisfacerlas e interesarme por ellas. Mi actitud cambia, el otro lo percibe y su actitud cambia también en consecuencia.

Por eso, ante los conflictos…

”a veces hay que elegir entre ser feliz y tener razón” Napoleón Hill


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