Recuperación:

  1. Adquisición de lo que antes se poseía.
  2. Vuelta de una persona a su estado normal después de atravesar una situación negativa.

El largo camino de la recuperación tiene diferentes puntos de partida: una lesión, una enfermedad, una operación… También puede comenzar con un fuerte cambio negativo y no esperado: una ruptura de pareja, enfermedad o fallecimiento de un ser querido, la pérdida de un trabajo…

Por lo tanto, este viaje hacia la recuperación tiene un comienzo duro, muy duro. Tanto, que al principio es inevitable pensar y temer quedarse así siempre. Pero es un camino, una evolución en la que pasarás de un estado negativo a otro más positivo. Eso sí, para hacer este viaje no basta con dejar pasar el tiempo. Hay que moverse, echar a andar y llevar la mochila bien equipada.

¿Qué hay que llevar para emprender el camino de la recuperación?

  • Pensamientos

Puedes ser tu mejor amigo o tu peor enemigo. Es normal tener pensamientos negativos y dudas: ¿alguna vez conseguiré recuperarme? ¿todo volverá a ser como antes?

En el camino de la recuperación, no te fijes solo en todo lo que te queda por recorrer. Es fundamental mirar atrás, observar lo ya recorrido y avanzado, valorar tus logros. No solo pienses en lo que no puedes hacer, también en lo que antes no podías hacer y ya puedes. Eso te motivará y te dará fuerzas para seguir adelante, llenará tu mochila de emociones más positivas.

  • Emociones

En tu viaje hacia la recuperación, te acompañaran tres emociones. Permítete sentirlas y entiéndelas, tienen un mensaje que transmitirte:

Enfado: te informa de que has perdido tu libertad y sientes rechazo hacia tu situación actual. El enfado bien utilizado te da fuerza para seguir adelante, luchar y superarte.

Miedo: te informa de que has perdido tu seguridad y de que no tienes la certeza de lo que va a pasar en el futuro, si todo volverá a ser como antes. El miedo te protege, te hace ser más cauteloso y avanzar más despacio cuando es necesario.

Tristeza: te informa de que lo que has perdido era muy importante para ti y estás herido. La tristeza es una emoción necesaria para la recuperación psicológica, para aceptar la perdida y aprender a convivir con ella. Negar la tristeza y no permitirte sentirla puede ser origen de problemas psicológicos posteriores.

Recuerda que durante este viaje tu estado de ánimo no va a estar siempre igual, tendrás bajones y subidones. Eso no quiere decir que no estés avanzando, es natural, tener momentos buenos y malos, no eres un robot.

  • Compañía

El camino de la recuperación no se hace solo. Busca compañía y apoyo. Personas que te ayuden a desahogarte cuando lo necesites o simplemente olvidarte de todo durante un rato. Este viaje es mucho mas corto cuando se hace acompañado. Pedir ayuda no es una vergüenza, el duelo solitario es el peor duelo.

Y sobre todo, por muy duro que se haga el camino, el destino merece la pena. Porque al final del viaje te espera la recuperación, superar la situación negativa y volver a disfrutar de tu vida.


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