Vivimos una situación excepcional y sin precedentes. Estamos confinados en nuestras casas, nuestras vidas han dado un vuelco total y tenemos por delante mucha incertidumbre. En una situación así, nos podemos sentir perdidos, enfadados, ansiosos o apáticos entre otras muchas emociones y, por lo tanto, puede afectar a nuestra estabilidad emocional y a nuestra salud mental.

Quiero compartir pautas para que ésto no ocurra y vivir esta situación de la forma más constructiva posible. Las pautas son de 4 tipos: autocuidado, ocupación, optimismo y estado de ánimo.

1. Autocuidado

Es lo básico, si no prestas atención a estos aspectos tu equilibrio psicológico se verá muy afectado:

-Cuida tu aseo diario, no te abandones en pijama y sin ducharte.

-Cuida tu descanso, mantén unos horarios regulares de sueño y descansa lo suficiente, ni más ni menos.

-Cuida tu alimentación: come bien y saludable.

-Haz ejercicio: es una fuente enorme de bienestar.

Puede parecer obvio, pero es fácil caer en el abandono y cuando eso pasa, la salud se ve afectada y por lo tanto la estabilidad emocional. Si no hay esta base, va a ser difícil hacer lo demás.

2. Ocupación

Una vez que está cubierto el autocuidado, el siguiente paso es mantenerte activo.

Mantente ocupado. Es primordial que hagas cosas, más allá de estar en el sofá viendo la tele. Esa ocupación además debe ser diversa: reparte tu tiempo entre tus obligaciones (estudio, trabajo, cuidado de otros…), actividades que tengas pendientes y ahora tienes tiempo para abordarlas, actividades que te permitan aprender cosas nuevas y tiempo para el ocio y el relax.

– Cada uno tiene sus circunstancias. Pues con tus circunstancias, planifícate horarios y rutinas: a qué vas a dedicar el día para estar activo y ocupado. Además, es fundamental distinguir entre día de diario y fin de semana.

La ocupación es fundamental porque centra tu atención. Si te abandonas y no te ocupas, tu cabeza se va a dedicar a darle vueltas a lo terrible de la situación, a verlo todo negro y te vas a empezar a sentir mal.

3. Optimismo

Pero optimismo bien entendido. Mantener un pensamiento positivo y no adelantar consecuencias terribles que no sabes si van a pasar y te ocasionan un gran sufrimiento. Para no verlo todo negro, 5 pautas:

Aceptar la realidad: esto es lo que hay, la situación es esta y vas a afrontarla de la mejor manera posible. No te lo plantees como una desgracia, aprovecha el momento en la medida de tus posibilidades.

-Te siempre presente que todo esto es temporal. Pasará, no va a ser para siempre. Verlo todo negro se basa en el catastrofismo, en pensar que no tiene solución y que va a ser para siempre.

-Sé consciente de todo lo que estás aportando: lo que estás haciendo sirve para algo. Eres una parte más de la cadena que formamos todos y vas a hacer tu labor de responsabilidad social para frenar la curva.

Cuidado con la sobreinformación: satura y hace que no pienses en otra cosa. Dedica un momento del día para estar informado y después, ocúpate como ya hemos hablado.

No te pongas fechas: poner una fecha fin puede ocasionar mucha frustración. Es temporal y no sabemos cuánto va a durar. Así que afronta cada día.

4.Estado de ánimo

Según pienses de positivo bien entendido o de catastrofista, así será tu estado de ánimo.

Es normal tener días malos, son unas circunstancias difíciles. Lo importante es que no se empiecen a acumular los días malos.

Escribe cómo te sientes y por qué lo sientes: escribir es un gran desahogo emocional y una liberación, además de que ayuda a tomar perspectiva de lo que te pasa.

Mantén tus relaciones, no te aísles.

Comunícate: habla, exprésate, pide, pregunta y escucha.

Es muy interesante aprovechar este momento para llevar un pequeño diario en el que vayas anotando cómo estás viviendo este momento. Escribir es un gran desahogo, ayudará a que lleves un seguimiento de cómo estás y te servirá como recuerdo de este momento histórico cuando todo pase.

En ese diario puedes anotar aspectos como: qué has hecho ese día, cuál ha sido el mejor momento de ese día, cómo te has sentido y qué puedes mejorar para mañana.

Es una situación excepcional en la que te recuerdo que, aunque estés en casa, no estás solo/ sola. Si en algún momento te sientes superado, cosa muy normal, pide ayuda. Los psicólogos seguimos haciendo sesiones online o por teléfono y en un momento dado, puede ser un gran apoyo.

Mucho ánimo y juntos superaremos esta situación.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *