La habilidad de autocontrol emocional es fundamental para un entrenador y más aún para el que entrena a deportistas jóvenes, ya que es un modelo de comportamiento. No podemos pretender que los deportistas muestren control emocional si en numerosas ocasiones ven a su entrenador fuera de sí.

Hay diversas estrategias de autocontrol emocional para el entrenador. Las emociones son las reacciones a la interpretación que el entrenador hace de las situaciones que le están ocurriendo. Las estrategias de autocontrol sirven para bajar la intensidad de esas emociones una vez ya han ocurrido.

Por eso, además de estrategias de autocontrol, es fundamental que el entrenador desarrolle su autoconocimiento para entender qué es lo que provoca sus emociones desadaptativas y de esta forma aprender a prevenirlas. Para desarrollar ese autoconocimiento emocional:

  1. Evaluación de las emociones propias: detectar cuáles son las emociones más significativas, las que siente con mayor frecuencia e intensidad. Esto puede hacerlo recordando sus experiencias pasadas o mejor, llevando un autorregistro durante 2 o 3 semanas.
  2. Identificar las circunstancias antecedentes y estrategias preventivas: detectar en qué contexto le aparecen las emociones más intensas, cuáles son las situaciones desencadenantes. Y después, puede pensar en estrategias preventivas para no tener el estallido emocional cuando sepa que va a estar en esas situaciones.
  3. Comportamientos alternativos: observar cuál es su comportamiento cuando está bajo la influencia de las emociones más intensas y cuáles son las consecuencias negativas de ese comportamiento. Para poder controlar un comportamiento es imprescindible, en primer lugar, que el entrenador sea consciente de ese comportamiento. Y, en segundo lugar, tener preparado un comportamiento alternativo, pensar en qué puede hacer diferente en esa situación y cuándo se siente así. Si ya tiene pensado un comportamiento alternativo es más probable que cuando esté dominado por la emoción lo haga.

Además de este trabajo de autoconocimiento emocional, el entrenador puede utilizar estas estrategias para controlar sus emociones delante de sus jugadores:

Autodiálogos: son palabras que la persona se dice a si misma para regular sus emociones. Cada entrenador elige sus palabras en función de sus necesidades y de lo que cree que va a ser más útil para él. Los autodiálogos pueden ser instrucciones sobre lo que debería hacer ese momento, recordarse el objetivo que persiguen, recordarse las dificultades que ya sabía que iban a afrontar o palabras para regular su emoción como ánimo, tranquilo, vamos…

Ejercicios de respiración breves y sencillos como respirar llenando los pulmones y soltar el aire despacio o inspirar contando hasta 3 y espirar contando hasta 6.

Ejercicios breves de relajación: como, por ejemplo, hacer un rápido recorrido corporal tensando los músculos unos segundos y luego concentrándose en la sensación al destensar.

Ejercicios para dirigir la atención a otras cosas: la emoción se alimenta de los pensamientos que el entrenador tiene para interpretar la situación que le esté ocurriendo. Si sigue dándole vueltas a lo mismo, la emoción seguirá. Por eso sencillos ejercicios de distracción pueden ayudar a cortar esa escalada emocional. Por ejemplo, contar de 10 a 0, identificar 5 colores a tu alrededor o cantar mentalmente una canción.

Cada entrenador debe probar distintas estrategias de autocontrol emocional hasta encontrar las que mejor le funcionan. Y una vez encontradas, practicarlas durante un tiempo para que sean eficaces. No se trata de usarlas sólo cuando está descontrolado y esperar que actúen de forma inmediata, requieren un entrenamiento.


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