Vuelvo a escribir tras cinco meses ausente. Cinco meses que he vivido con tal intensidad que siento como si hubiesen pasado cinco años. He sido madre por segunda vez y al igual que ocurrió con la primera, ha supuesto una revolución para mi en todos los sentidos.

Durante mi primer embarazo leí varías veces el libro de “La maternidad y el encuentro con la propia sombra” de Laura Gutman. Fue un libro fundamental para prepararme psicológica y emocionalmente para lo que iba a vivir y por eso utilizo casi el mismo título para este post.

Para mí, ambas maternidades han sido un proceso de descubrir mi sombra para a continuación encontrarme con mi luz. Por eso me encanta la expresión dar a luz, refleja tan bien como he sentido esta experiencia.

La maternidad ha supuesto reventar mi identidad de hasta entonces en millones de pequeños pedazos. Un punto y aparte, una revolución a todos los niveles de mi vida. Ha sido pasar por un periodo de pérdida de identidad, un no saber quién soy yo realmente, qué quiero ni hacía dónde me dirijo.

Tras este duro periodo de confusión, llegó el renacimiento, resurgir de nuevo de los millones de pedazos en los que se rompió mi identidad para ser una persona distinta. Con diferentes propósito, valores, creencias, virtudes y limitaciones.

Vuelvo a mi actividad vocacional laboral siendo distinta. Me siento más segura de lo que quiero y con mucha más ilusión. Ahora sé que lo que hago cada día merece la pena. Eso es el encuentro con mi propia luz.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *