La mente también se entrena es mucho más que una frase o el título de este post. Es el mantra que sostiene todo mi trabajo y mi propósito profesional. Todo lo que escriba en este blog irá dirigido precisamente a eso, a entrenar y desarrollar las habilidades mentales para ser mejores deportistas y sobre todo, para ser mejores personas.
En el deporte, las horas de entrenamiento están dirigidas al trabajo físico y técnico. No olvidemos nunca el tercer vértice del triángulo, el trabajo mental. En igualdad de condiciones físicas y técnicas (e incluso en ocasiones en inferioridad), lo que marca la diferencia en la competición es la fortaleza mental. Los grandes deportistas se diferencian, no sólo por sus capacidades físicas y técnicas extraordinarias, sino por sus cabezas.
Entonces, ¿qué es lo que se entrena de la mente?
Según el Centro de Ohio para la Psicología del Deporte, estas son las 9 habilidades mentales de los deportistas de élite:
- Actitud: entender que la actitud es una elección personal y elegir una actitud positiva. El resultado es ver el deporte como una oportunidad de competir con uno mismo y aprender de los éxitos y los fracasos.
- Motivación: saber lo que esperas de tu participación en el deporte, para qué haces deporte y ser capaz de persistir en tiempos difíciles.
- Objetivos y compromiso: establecer objetivos (realistas, medibles y con fecha) y estar comprometido con tus objetivos y las exigencias de tus entrenamientos.
- Relación con personas: entender que formas parte de un sistema más amplio que incluye familia, amigos, compañeros, adversarios y entrenadores. Saber relacionarte con todos ellos y lidiar con conflictos.
- Autodiálogo: utilizar la conversación contigo mismo para regular pensamientos, sentimientos y comportamientos durante la competición y los entrenamientos.
- Visualización: prepararte para la competición imaginándote haciéndolo bien.
- Gestión de la ansiedad: entender que un cierto grado de ansiedad te ayuda a funcionar mejor y saber cómo reducirla cuando se vuelve demasiado fuerte sin perder la intensidad en el deporte.
- Gestión emocional: ser capaz de regular y usar tus emociones para mejorar, en lugar de interferir en tu rendimiento.
- Concentración: aprender a mantener y recuperar la atención y a resistir distracciones, tanto del exterior como de tí mismo.
Estas habilidades no son dones con los que se nace y se tienen o no se tienen. Son habilidades que se desarrollan con la experiencia, la práctica y el entrenamiento. Son habilidades que potencian las capacidades físicas y técnicas y hacen que salga nuestro mejor juego.
Para terminar, te propongo un ejercicio de autoevaluación: ¿qué puntuación de 1-10 te pondrías en cada una de estas habilidades. ¿En cuál destacas? ¿En cuál te gustaría mejorar?
En este blog iré publicando periódicamente técnicas, herramientas y ejercicios para ayudar a entrenar estas habilidades mentales fundamentales.