La Organización Mundial de la Salud define el concepto de salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Es fundamental prestar atención a todos los componentes de la salud y no solamente a la parte física. Hay momentos en la vida en los que avanzas con el piloto automático puesto. Repites un día tras otro las mismas rutinas aunque sabes que no estás satisfecho con lo que haces. No te sientes nada bien y a veces hasta tienes claro lo que no te gusta, lo que no quieres. Sin embargo, te cuesta saber lo que SÍ quieres en tu vida.
En estas situaciones, no estás bien. Tu bienestar mental y social está afectado y a la larga eso se puede manifestar en forma de síntomas físicos a través del proceso de somatización.
En estos momentos necesitas ayuda. Un apoyo para arrancar, para avanzar y no quedarte estancado en una situación que no quieres. Una situación sin bienestar y sin salud.
En mis sesiones de psicología y coaching podemos tratar factores que afectan a tu rendimiento y a tu bienestar personal. Te ayudarán a aclarar, analizar y superar determinadas situaciones y resolver dificultades en tu vida.
Podemos trabajar en estas cinco áreas:
– Tratamiento de lesiones y del dolor: comprender y aliviar el sufrimiento primario y secundario. El sufrimiento primario es el dolor físico producido por una lesión o enfermedad. El sufrimiento secundario es la magnificación de ese dolor físico a través de la atención continua que provoca pensamientos y emociones negativos y repetitivos. Romper esa interrelación ayuda enormemente a mejorar el bienestar.
-Tratamiento de somatizaciones: alivio de dolor y malestar que no tiene un síntoma físico identificable e interfiere en el desarrollo de la vida normal. Comprender y regular los procesos mentales y emocionales que provocan ese malestar para obtener un estado de salud completo.
-Resolución de conflictos y toma de decisiones: aprender herramientas para resolver situaciones de conflicto con los demás y contigo mismo. Afrontarlas con una intención de buscar soluciones y no centrarte solo en el problema que lo causó. Ser capaz de tomar decisiones que te motiven y mejoren tu situación personal.
-Motivación: superar situaciones de pérdida de sentido en lo que haces y recuperar la ilusión en el día a día. Pasar a la acción para acercarte a lo que buscas en tu vida y no quedarte enganchado a la queja por lo que no te gusta.
-Bienestar emocional: aprender a escuchar, comprender y regular tus emociones para dar lo mejor de ti mismo. Entender tus emociones desagradables como avisos de aspectos que abordar y generar y disfrutar más de tus emociones agradables.