Hablemos de motivación. Esa misteriosa variable psicológica que aparece y desaparece en los deportistas que entrenas.
Lo primero: ¿qué es la motivación?
Proviene del latín motivus que significa movimiento y del sufijo -ción que significa acción y efecto. Por lo tanto, se puede definir como el motivo que lleva a la acción. Tiene dos partes:
–Dirección: lo que les atrae a tus jugadores, cuáles son las razones por las que practican tu deporte.
–Intensidad: con cuánta fuerza les atrae, cuánto les motiva.
Lo segundo: ¿de qué depende la motivación?
Depende de dos tipos de factores:
–Factores personales: valores, creencias, necesidades, objetivos, intereses…
–Factores situacionales: características del deporte, del club, círculo de amigos, familia, entrenador.
Anda, ya ha salido específicamente tu papel: entrenador. Porque tú, entrenador, eres un factor clave que influyes en la motivación de tus deportistas. Para aumentarla y para disminuirla. Y además, también tú, entrenador, influyes en los factores personales. Puedes crear creencias, detectar necesidades, provocar intereses, fijar objetivos.
Así que la respuesta es SI: si que influye y mucho, el entrenador en la motivación de los deportistas.
Lo tercero: ¿cómo influye el entrenador en la motivación?
Hablemos de las características de la motivación:
-Es múltiple: no hay una sola razón para practicar deporte, suele haber varias motivaciones.
– Es jerárquica: cada uno de esas motivadores tiene una importancia determinada. No todos tienen el mismo peso.
Por lo que con tu trabajo de entrenador influirás en que desparezcan unos motivadores y aparezcan otros y también que cambien de prioridad. La pregunta es: ¿sabes de que manera lo estás haciendo? ¿influyes en la motivación de tus jugadores para bien o para mal?
Por último: tres sencillas técnicas para potenciar la motivación:
1. Modelos significativos: busca jugadores que sirvan de modelo y motiven a los deportistas. Pueden ser modelos de deportistas profesional y también te recomiendo que sean modelos del mismo club, referentes cercanos.
2. Da gratificaciones: es una labor fundamental, hazla de forma continua. Crea un ambiente agradable, intercala ejercicios divertidos y atractivos con ejercicios que requieran mayor esfuerzo y repetición, ponles retos, haz que se sientas apoyados. Y sobre todo elogia, alaba, reconoce todos los pequeños logros y avances.
3. Compensa la motivación: que el resultado de la competición no sea el único indicador de logro. Es imprescindible que marques objetivos de mejora individual y lo evalúes. Y recuerda, siempre destaca sus progresos.
El deporte tiene enormes beneficios para las personas que las practican. Pero no sólo por entrenar y competir surgen todos esos beneficios. Como entrenador tienes un papel fundamental para que enganchar a tus deportistas, para que disfruten, para que aprendan y para que dejes una valiosa huella en su vida