Quiero plantear un tema que me encuentro con mucha frecuencia en la consulta: cómo afectan a la autoestima las comparaciones.
Por un momento plantéate: ¿cuántas veces te has comparado con los demás, contigo mismo en el pasado o con lo que crees que los otros esperan de ti? ¿Cuánto malestar te provocas al hacer esas comparaciones?
¿Por qué nos perjudica hacer comparaciones?
Nos perjudican porque solemos hacerlas cuando estamos en un momento de bajón, de autoestima baja y el hacer comparaciones nos hunde más aún.
En estos momentos no te percibes con claridad: magnificas tus debilidades y minimizas tus cualidades. Cuando te comparas con los demás coges tu parte débil y sólo te fijas en las fortalezas del otro. Por lo tanto, la comparación está muy distorsionada.
Algo similar ocurre cuando te comparas contigo mismo en el pasado. Te fijas sólo en lo bueno de un momento concreto sin tener en cuenta el resto de contexto y lo comparas con el momento presente sólo para buscar lo malo y hundirnos más en nuestro propio sufrimiento.
Por último, el tercer tipo de comparación y sin duda la más dañina: compararte con lo que esperan los demás de ti. Fuente de insatisfacción infinita puesto que los demás siempre van a esperar cosas de ti que no puedes cumplir y aunque pudieses, te llevarían a vivir una vida que no es la tuya.
¿Cómo podemos evitar hacer comparaciones?
En primer lugar, prueba a valorarte sin compararnos con nadie. Para ello, te puedes plantear estas dos preguntas: ¿Qué pienso de mí? Y ¿Cómo me siento conmigo mismo? Y, sobre todo, hacerte estas dos preguntas en un momento en el que estés en calma y la respuesta no se distorsione por estar cansado, triste o preocupado.
En segundo lugar, regula tu autoexigencia. La autoestima depende del equilibrio entre lo que creemos que somos y lo que nos gustaría llegar a ser. Cuanto más exigente seas, más dañada estará tu autoestima. Para que haya este equilibrio necesitas:
-Reconocer y tener presentes tus cualidades
-Identificar sin machacarte tus áreas de mejora
Un ejercicio para entrenar la autoestima
Puedes entrenar tu autoestima con este sencillo ejercicio: escribe un pequeño diario donde cada día apuntes 2 cosas:
-algo que has hecho ese día y de lo que te sientes satisfecho
-algo por lo que estés agradecido
Para terminar, recuerda: la comparación es un atentado contra la autoestima. Por eso, dediquemos algo más de tiempo a valorar la persona que somos, con nuestras luces y nuestras sombras.
